Y además ahora es la fecha perfecta, hay un montón de regalos a hacer y la economía no está como para tirar cohetes, así que el DIY es la solución ideal.
Además para pintar tazas no hace falta mucho material, ni gastar mucho en preparativos. Sólo necesitamos unas tazas, unos rotuladores permanentes y un horno (que lo tenemos porqué hemos horneado cupcakes hasta la saciedad!).
En cuanto a los rotuladores permanentes: nosotras tenemos de dos tipos y ambos funcionan (los míticos rotuladores permanentes Sharpies y unos rotuladores especiales para cerámica). Los Sharpies (1,5€) no son fáciles de encontrar, al menos en Mallorca, así que sólo tenemos los colores básicos, aunque sabemos que existen flúors, pasteles y maravillas... y los especiales para cerámica los compramos en una tienda de bellas artes y son bastante más caros (5€ cada uno más o menos). Y la verdad es que el resultado es el mismo, así que valorad vosotr@s mism@s.
Si os equivocáis no pasa nada, un algodón con acetona y podéis borrar, como en una pizarra, jejeje.
Y cuando tengamos nuestra taza lista, con cuidado y sin tocar nuestra obra de arte, la metemos en el horno, 30 minutos a 160º. Luego apagamos el horno y la dejamos 6 horas reposar en el mismo horno. Luego ya estará lista para usar, incluso aguantan el lavavajillas, así que son una maravilla.
Imagen extraída de Pinterest
Venga que os da tiempo, que aún quedan unos días para Navidad, y se hacen en una tarde, así que animaros.
PD: En Pinterest hay muchos diseños que os pueden ayudar si os falta inspiración (como a nosotras).
Un abrazo repostero!!!
Maria Antònia & Carme
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