Los ingredientes que necesitamos son:
7 gr de levadura
250 ml de leche semidesnatada (usamos nosotras)
75 gr de mantequilla
75 gr de azúcar
1/2 cucharadita de sal
3 huevos
Para el relleno:
4 cucharadas de cacao puro en polvo sin azúcar (nosotras usamos uno que compramos en Müller)
150 gr de azúcar moreno
35 gr de harina
120 gr de mantequilla fría cortada en dados pequeñitos
Para el glaseado:
50 gr de azúcar glass
2 cucharadas de nata líquida
1 cucharada de agua
Y empezamos ya con la masa:
Tamizamos la mitad de la harina y la levadura y reservamos.
Calentamos la leche con la mantequilla, la sal y el azúcar, a fuego lento hasta que la mantequilla se deshaga.
Ponemos en la kitchenaid (o bien con la batidora convencional de varillas) la mezcla de harina y levadura y vamos incorporando la mezcla de leche despacito, a velocidad media. Añadimos los huevos uno a uno y batimos a máxima velocidad durante 3 minutos; luego añadimos la otra mitad de la harina y amasamos durante 5 minutos. Luego dejamos la masa en un bol, tapada con papel film y la dejamos reposar unas dos horitas, hasta que doble su volumen. Cuando esté a punto, la amasamos un poco con las manos y la volvemos a dejar reposar 10 minutos. Finalmente estiramos la masa en forma de cuadrado, y así la tenemos a punto para rellenar.
Vamos con el relleno, mezclamos el cacao, el azúcar y la harina, e incorporamos la mantequilla a dados pequeños y vamos mezclando, con paciencia, porqué esto nos llevará un ratito.
Cuando lo tenemos, estamos listas para montar. Esparcimos el relleno sobre la base cuadrada de nuestra masa y enrollamos como si fuera un brazo de gitano, luego pegamos los bordes con nata y partimos el rollo en doce partes iguales.
Colocamos estas doce partes en un molde (tiene que ser baste grande), dejando un poco de separación entre rollo y rollo. Tapamos el molde con film y lo dejamos reposar una hora más, hasta que doble su volumen. Cuando están listo, los pintamos con nata y al horno!
Horneamos 25 minutos con el horno precalentado a 190º.
Ya casi están listos, nos queda el glaseado. Batimos con unas varillas el azúcar, la nata y el agua y hechamos la mezcla por encima.
Ya están listos para servir. ¿A qué tienen buena pinta? Están de muerte.
Y hasta aquí nuestra aventura repostera de la semana, volvemos la que viene, aún no sabemos con qué os vamos a intentar sorprender, pero estamos en ello.
Un abrazo,
Maria Antònia & Carme
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada